Pollo con hojuelas de maíz, mostaza y miel sobre ensalada

 

¡Las ensaladas son una excelente manera de obtener mucho sabor y nutrientes con poco esfuerzo! Puedes usar lo que tengas a mano para darle un toque especial. El pollo es una de mis maneras favoritas de añadir proteínas a una ensalada y convertirla en una comida completa. ¡Esta receta es sencilla y fue todo un éxito cuando la preparé! El rebozado de mostaza y miel le dio al pollo una textura jugosa y un toque extra de sabor.



 

Necesitarás:
  • Copos de maiz
  • Pollo deshuesado y sin piel (pechugas o lomo)
  • Mayonesa
  • Mostaza
  • Honey
  • Ajo en polvo
  • Zumo de limón
  • Salt
  • (Opcional) cebollino
  • Mezclas de ensaladas

 

Cómo llegar:

 

1. Precalienta el horno a 425 °C. Prepara una bandeja para hornear, ya sea engrasándola ligeramente o colocando papel vegetal.

2. Prepare el pollo. Descongélelo si está congelado. Retire la grasa sobrante y séquelo con palmaditas. Golpee el pollo para que cada pieza tenga un grosor similar y se cocine uniformemente. Esto también ayudará a que conserve su jugosidad. 

3. Mezcle 1 parte de miel, 1 parte de mostaza y 3 partes de mayonesa en un tazón pequeño. Espolvoree con ajo en polvo y una cucharada de limón. Jugo. Si tienes cebollino, pícalo y añade una cucharada. ¡Ajusta el sabor a tu gusto!

4. Reserva un poco de mostaza y miel para usarla como aderezo. 

5. Tritura los copos de maíz en una bolsa con un recipiente con ruedas o con las manos. No deben quedar polvo, sino copos más pequeños. No necesitas mucho, solo una cucharada aproximadamente por pieza de pollo.

6. Sumerja un trozo de pollo a la vez en la mezcla de miel y mostaza, de modo que quede cubierto, pero sin que gotee. Luego, sumerja el pollo cubierto en las hojuelas de maíz trituradas, de modo que quede cubierto. Transfiera a la bandeja para hornear. 

7. Hornee durante 15 minutos hasta que los copos de maíz estén ligeramente dorados y crujientes.

8. ¡Sírvela con verduras de hoja verde y otras hortalizas! Le añadí zanahorias, tomates, cebollas rojas y huevos cocidos. ¡Qué rico!