Un encuentro casual propicia una recuperación a largo plazo tras el huracán Florence
Greg llegó a Caridades Católicas por casualidad. Leyó el letrero afuera del Centro Harrelson y vio Caridades Católicas. El personal lo recibió y le contó por qué necesitaba ayuda. Greg tenía una entrevista de trabajo ese día y se había manchado la camisa con café. Necesitaba desesperadamente una camisa limpia. Su única petición fue que fuera rosa, su color favorito.
Emilie Hart, Directora Regional de Cape Fear, sabía que otra agencia del Centro Harrelson, Filipenses 3, podría ser un buen recurso para Greg. Fue a su oficina y le consiguió una bonita camisa rosa de manga larga. Desde ese día, Greg se convirtió en un amigo especial de la familia de Caridades Católicas.
Greg ha enfrentado muchos desafíos en su vida. Sufrió una lesión cerebral traumática, padece otras enfermedades mentales y sobrevivió al huracán Harvey, lo que lo obligó a mudarse de Texas a Wilmington justo antes de que el huracán Florence impactara la zona.
Tras recibir una bienvenida tan cálida, Greg empezó a visitar la oficina con regularidad y a acceder a la despensa de alimentos de emergencia, recibiendo artículos de higiene personal en cada ocasión. También cuidaba de los demás llevando artículos extra para los amigos que conocía en la ciudad. Así es Greg.
Cada vez que Greg visitaba la oficina, informaba al personal sobre nuevos recursos o agencias donde recibía ayuda. Su objetivo era ser autosuficiente y se inscribió en Step Up Wilmington, otra agencia asociada ubicada en el Centro Harrelson, donde recibió asistencia laboral. También colaboró con RHA y Rehabilitación Vocacional.
Para acceder a todos estos servicios, Caridades Católicas le proporcionó a Greg una bicicleta, un casco y un candado. Caridades Católicas también pudo conseguirle boletos de autobús gracias a una subvención de WAVE Transit.
Todavía puedo ver su cara ese día. ¡Tenía una sonrisa enorme! —compartió Patricia Gutiérrez Tootoo, gestora de casos de desastre de Caridades Católicas—. Estaba súper emocionado porque el casco tenía luz nocturna.
Para reducir aún más las barreras de transporte, Greg recibió boletos de autobús de WAVE para sus reuniones de larga distancia o desplazamientos nocturnos. Sus meses de arduo trabajo dieron sus frutos cuando recibió un vale de vivienda a través del HUD y no tardó mucho en encontrar un lugar.
Ahora que Greg había conseguido una vivienda permanente, Caridades Católicas pudo proporcionarle el dinero que necesitaba para el depósito y el primer mes de alquiler. Uno de los primeros artículos que Greg recibió para su nuevo hogar fue una colcha hecha a mano, donada a través de un proyecto especial de acolchado para los sobrevivientes del huracán Florence.
A pesar de todos sus desafíos, Greg nunca se rindió y mantuvo la fe durante todo el proceso. Aunque enfrentó muchos obstáculos y tuvo momentos que podrían derribar a cualquiera, regresó con más fuerza.
“Admiro a Greg”, compartió Tootoo. “No ha permitido que nada, ni siquiera la naturaleza, le impida alcanzar sus metas”.
Este proyecto recibió apoyo del Fondo de Ayuda para Desastres del Huracán Florence de Carolina del Norte.