CCUSA lamenta el fallecimiento del Papa Francisco

En reacción a la muerte del Papa Francisco, la presidenta y directora ejecutiva de Catholic Charities USA, Kerry Alys Robinson, emitió la siguiente declaración:
A lo largo de su histórico papado, el Papa Francisco inspiró a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a vivir como Cristo. Profeta moderno, el Papa Francisco interpretó los signos de los tiempos y nos inspiró a un cambio significativo en nuestro comportamiento, tanto en la Iglesia como en el mundo. Desafíos complejos como la pobreza extrema, la falta de vivienda, las enfermedades mentales, la migración forzada, el cambio climático y la guerra no lo intimidaron; le rompieron el corazón y lo inspiraron a pedir un mundo más misericordioso, caritativo, justo y centrado en los demás.
Más que cualquier figura pública de su tiempo, el papa Francisco emuló lo que defendía. Su autenticidad provenía de su creencia radical en Dios y su compromiso de ser como Cristo. Decía lo que sentía, y sus acciones correspondían a sus palabras con una coherencia poco común. El papa Francisco irradiaba empatía. Pasó su tiempo en campos de refugiados, hospitales, prisiones y en países desgarrados por la guerra. Decía la verdad al poder. Celebraba su cumpleaños centrándose en los demás: dedicando tiempo a mujeres y hombres sin hogar o niños enfermos. Llamaba rutinariamente a los celulares de personas que habían sufrido para ofrecerles aliento y orar. Inclinó la cabeza y pidió nuestra bendición antes de dar su bendición inaugural como papa. Rechazó el palacio apostólico a favor de una sencilla habitación en Santa Marta. Fue un papa del pueblo, un papa de sorpresas, un papa de alegría y un papa de ternura.
Mientras lamentamos esta profunda pérdida, es imposible no recordar muchas imágenes impactantes y conmovedoras del Papa Francisco: imágenes icónicas de él lavando los pies a reclusos, mujeres y musulmanes; selfis extasiados con adolescentes; alegres interacciones con recién casados e hijos; y su cariñoso y conmovedor abrazo a un hombre de 53 años con neurofibromatosis. En 2019, cuando el Papa Francisco recibió a los líderes políticos de Sudán del Sur en el Vaticano, se arrodilló para besarles los pies, implorándoles que no volvieran a la guerra civil.
Sin falta, el Papa Francisco pidió una sola cosa a todos los que conoció: "Recen por mí". Hoy, y en los próximos días, semanas, meses y años, sigamos orando por el Papa Francisco. Oremos también con fervor para que su extraordinario ejemplo de abnegación, humildad y servicio nos siga guiando hacia una mejor versión de nosotros mismos y un mundo más santo. Seamos personas de profunda generosidad; personas que se acercan y ayudan a su prójimo; personas de justicia, paz y caridad; personas de consuelo, sanación, esperanza y misericordia; personas que, como nuestro amado Papa Francisco, irradian la luz y el amor de Jesucristo.